Cuando se tiene la suerte de disponer de un espacio al aire libre, es agradable contar con muebles de jardín cómodos y atractivos. Un sofá, un mueble de madera, una mesa o una silla pueden ser una auténtica inversión. Aquí tienes las reglas de oro para cuidar tus muebles de exterior y mantenerlos como nuevos.
Limpieza y mantenimiento periódicos
La limpieza regular es la clave para mantener los muebles en buen estado.
Tratar las manchas inmediatamente
Como primera medida, en cuanto notes una mancha en cualquier superficie de tus muebles, límpiala inmediatamente. Utiliza un paño suave y un poco de agua jabonosa o un producto adecuado, no dejes que la mancha se incruste en tus muebles. Por supuesto, para mantener tus muebles en las mejores condiciones, asegúrate de secarlos bien después de limpiarlos. Las superficies de metal y madera tienden a no tolerar la humedad, lo que puede provocar manchas de humedad y moho.
Mantenimiento en función del tipo de material
Algunos materiales, como la madera, necesitan un tratamiento en profundidad, al menos, una vez al año. Algunos productos, como el aceite de linaza o la cera de abeja, ayudan a proteger la superficie de los muebles. Cuando se trata de muebles de madera, también hay que tener cuidado con los insectos y los parásitos. Si es necesario, utiliza productos preventivos adecuados.
El aluminio y la resina pueden beneficiarse de la aplicación de revestimientos protectores específicos para ayudar a mantenerlos.
Para el metal, aplica un producto antioxidante o un barniz protector, al menos, una vez al año, al final del invierno.
Por último, revisa regularmente tus muebles de jardín para apretar los tornillos y pernos.
Proteger los muebles de la intemperie
No es recomendable dejar los muebles de jardín a la intemperie, expuestos a los cuatro vientos, durante todo el año. Hay que protegerlos para que se conserven como nuevos durante mucho tiempo.
El agua de lluvia puede ser terrible. Provoca óxidación, hinchazón, hongos y moho. Si no puedes meter tus muebles de jardín en casa para protegerlos de la lluvia, opta por fundas protectoras, que evitarán la acumulación de humedad que puede dañar tus pertenencias e inutilizarlas.
Proteger los muebles del sol
Si la lluvia, la nieve y las temperaturas invernales pueden dañar sus muebles, debes saber que el sol y sus terribles rayos UV no se quedan atrás. De hecho, los rayos UV decoloran fuertemente todos los tejidos, recipientes de plástico, etc. Sobre los muebles de plástico, el sol puede endurecer el material, volviéndolo poroso e incluso quebradizo. Por razones estéticas y para mantener tu jardín en buen estado, te recomendamos encarecidamente que protejas sus muebles de jardín con sombrillas, pérgolas o toldos.
La batalla contra los productos químicos agresivos
Estos tipos de producto, que se vende como especialmente eficaces, son un verdadero desastre para el medio ambiente, pero también puede dañar las superficies de tus muebles. Escoge los productos naturales a base de agua jabonosa y vinagre blanco.
